No te pierdas buscando filtros de agua Philips. Aquí te lo dejo masticado, el cartucho que te conviene según tu jarra, cómo cambiarlo para que funcione desde el primer momento y cuándo compensa renovar los filtros de la jarra.

Tipos de filtros Philips: jarra, grifo y ósmosis (qué elegir según tu casa y agua)
Si te pierdes entre nombres y recambios, piensa en escenarios de uso antes que en “modelos”:
- Jarras filtrantes (recambios tipo cartucho): solución plug-and-play para pisos de alquiler o quien no quiere instalar nada. Son compactas, baratas de entrada y suficientes para mejorar sabor y olor en la mayoría de ciudades. Funcionan por carbón activado y resinas de intercambio iónico, que es lo que suele suavizar el agua.
- Filtros de grifo: se atornillan al caño y ofrecen caudal inmediato. Convenientes si cocinas mucho y te da pereza llenar jarra, o si sois varios en casa. Suelen incluir modos (filtrado/sin filtrar) para no “gastar cartucho” cuando lavas platos.
- Ósmosis inversa (RO) bajo fregadero: para quien busca reducción más profunda de sales disueltas y algunos contaminantes. Requieren instalación, un pequeño depósito/flujo y mantenimiento más planificado. La mejora en sabor es notable en aguas muy duras o con sabor fuerte del grifo, a cambio de mayor coste y espacio.
Cómo decidir en la práctica
- Dureza del agua: si tu tetera se blanquea de cal en pocas semanas, jarra o grifo ya te dan un buen alivio; si quieres minimizar sales disueltas al máximo, valora RO.
- Consumo diario: con 1–2 L por persona, jarra; si pasas de 6–8 L/día en casa, grifo o RO son más cómodos.
- Espacio y presupuesto: jarra (mínima inversión), grifo (media), RO (alta, pero más completa).
- Mantenimiento: en todos los casos hay recambios; define tu ritmo real (más abajo te doy fórmulas y ejemplos).
En mi caso, el objetivo era mejorar sabor y suavidad sin obras. Empecé con cartuchos para jarra y la primera impresión fue directa: “el agua tiene un sabor más neutro” y la sensación de “agua más suave” al beber. Para un hogar pequeño, esta simplicidad pesa mucho.
Resultados en el día a día: sabor, cloro y cal (pruebas caseras sencillas)
Si te preguntas si se nota, la respuesta corta es sí. Y no solo al beber: el cambio se percibe en café y tés de hierbas. Con el filtro, las infusiones salen más limpias y redondas, sin esa nota áspera del cloro. Mi resumen práctico: “estoy muy contento con el resultado” porque el trago deja de tener esa “sensación de depósito” que a veces trae el grifo.
Para salir de la subjetividad, hice un chequeo con tiras reactivas (las típicas que miden cloro libre, dureza total y algún indicador de metales). El protocolo casero que recomiendo:
- Mide el agua del grifo (vaso limpio, sin espuma, temperatura ambiente).
- Mide el agua filtrada recién preparada.
- Repite cada 2–3 semanas para ver cómo evoluciona el cartucho.
¿Qué vi? “Casi no había cloro” tras filtrar y el contenido de cal era mucho menor. Esto se corroboró en lo cotidiano: la tetera y la cafetera dejaron de acumular costras con la rapidez de antes. Si vives en zona de agua dura, la mejora práctica se nota en limpieza y en el sabor de bebidas calientes.
Otro punto positivo: “la filtración es bastante rápida”. No tuve que quedarme mirando cómo caen las gotas; la jarra se llena a buen ritmo, lo que hace viable usarla para cocinar (arroz, caldos) sin desesperar.
Consejo pro: anota fecha de primer uso del cartucho por detrás de la jarra o en el móvil. Si usas tiras, guarda una foto con los resultados para comparar. Te ayudará a decidir cuándo cambiar de forma objetiva y no solo por “intuición”.
Duración real y coste por litro: cuánto rinde un cartucho según tu consumo
Este es el dato que separa la compra impulsiva de la compra inteligente. Yo bebo ~1,5 L/día y, con ese consumo, un cartucho me dura más de 3 meses. Traducido: ~90–100 días. Eso implica unos 135–150 L por cartucho a ese ritmo. Compré pack de 6 y “con los seis, tengo tranquilidad durante casi dos años” (18–20 meses reales a mi consumo).
Cómo calcular tu duración (fórmula rápida)
- Estima tu consumo diario (L/día) incluyendo cocina/bebidas.
- Multiplica por días de uso objetivo (por ejemplo, 30 si quieres cambiar cada mes).
- Contrasta con tu experiencia real o con tus tiras/caudal: si el sabor empeora o baja el caudal, adelanta el cambio.
Ejemplo realista con 2 personas: 3 L/día (beber + cocinar). Si el cartucho te rinde 120–150 L, te durará 40–50 días (unas 6–7 semanas).
Coste por litro (método práctico)
- CPL = Precio del pack / Litros totales del pack.
- Si un pack de 6 te cuesta, por ejemplo, X €, y cada cartucho te rinde ~140 L a tu consumo, entonces Litros totales ≈ 6×140 = 840 L.
- CPL ≈ X / 840 euros por litro.
Compáralo con tu gasto en agua embotellada. En mi caso, la conclusión fue clara: “es muy rentable frente a botellas”. Además, reduces plástico y viajes de supermercado.
Señales de cambio: sabor que “vuelve” al cloro, manchas de cal reapareciendo o filtrado que tarda el doble. Cambia el cartucho incluso si no ha llegado a la fecha que tenías en mente.
Instalación y mantenimiento sin dramas
La gracia de estas soluciones es que no requieren manuales infinitos. Mi rutina:
- Preparación del cartucho: enjuague bajo el grifo y remojo breve si lo indica el fabricante. Esto elimina polvo de carbón y evita los primeros vasos turbios.
- Primer llenado: deshecha el primer ciclo si notas micro-partículas; a partir del segundo, ya debería salir perfecto.
- Uso diario: mantén la tapa cerrada, guarda la jarra lejos de calor directo y no mezcles agua filtrada de ayer con la de hoy si vas a medir con tiras.
- Indicadores: algunas jarras tienen contador; aun así, fíate más de sabor/olor y caudal.
- Limpieza: aclara la jarra a mano cada semana; tapa y embudo agradecen un repaso (evitas biofilm).
- Cambio de cartucho: anota la fecha; con 1,5 L/día, 3+ meses me funcionan de referencia, pero tu consumo manda.
Pequeños trucos que me han servido:
- Si vas a estar fuera varios días, guarda la jarra vacía y seca; al volver, haz un ciclo de enjuague.
- Si notas microburbujas, golpe suave al embudo para asentar el cartucho.
- ¿Se ralentiza mucho el flujo? Saca el cartucho, agítalo en agua limpia para soltar canales bloqueados y vuelve a colocar. Si no mejora, toca cambio.
Dónde comprar y qué tener en cuenta (online y tienda física)
A la hora de abastecerte de recambios y packs, valoro tres cosas:
- Disponibilidad estable: packs de 3 o 6 suelen tener mejor precio por unidad que sueltos.
- Política de devoluciones: si llega un lote con defectos (raro, pero puede pasar), querrás un cambio rápido.
- Rotación de stock: prefiero tiendas donde los recambios se mueven; menos riesgo de unidades antiguas.
Mi combo favorito: un pack grande para tener margen (relaja la mente y el bolsillo) y un recordatorio en el móvil para revisar sabor/caudal a las 4–6 semanas. Con este enfoque, la experiencia ha sido la de un producto fiable, eficaz y económico. Y sí: lo recomiendo.
Preguntas frecuentes rápidas
¿Reduce cloro y cal de forma apreciable?
En mi experiencia, sí. Con tiras reactivas, el cloro quedó prácticamente a cero y la dureza bajó de forma clara. Se nota en el té/café (sabor más limpio) y en que la tetera/cafetera acumulan menos cal. Como en todo filtrado, el resultado depende de la calidad del agua de red y del estado del cartucho.
¿Cuánto dura un cartucho “de verdad”?
Depende de tu consumo. Con ~1,5 L/día, me dura más de 3 meses (≈90–100 días). Con 3 L/día, calcula 6–7 semanas. Señales para cambiar: vuelve el sabor/olor del grifo, el caudal baja claramente o las tiras reactivas dejan de mejorar frente al grifo.
¿Jarra, grifo o RO?
- Jarra: mejora rápida de sabor/olor sin instalación. Ideal para consumos bajos (1–2 L/persona/día).
- Filtro de grifo: cómodo si cocinas mucho o consumís varios litros al día. Modo con/sin filtrar para ahorrar cartucho.
- Ósmosis inversa (RO): máxima reducción de sales y algunos contaminantes. Requiere instalación y mayor presupuesto.
¿Merecen la pena los packs de 6?
Sí, por precio por unidad y por comodidad. Con mi consumo (~1,5 L/día), un pack de 6 me da “tranquilidad durante casi dos años”. Menos compras, mejor planificación.
¿Cómo comparo costes con agua embotellada?
Usa esta fórmula: CPL (coste por litro) = precio del pack / litros totales del pack. Si cada cartucho te rinde ~140 L y compras 6, son ≈840 L. Divide el precio entre 840 y compáralo con lo que pagas por litro en botella. Normalmente el filtrado sale más rentable y cómodo.
Conclusión
Si quieres una mejora tangible en sabor, alivio notable frente a cloro y cal y un sistema fácil de mantener, los filtros de Philips en jarra o grifo son una apuesta sólida. En mi día a día, el cambio fue inmediato —“el agua tiene un sabor más neutro”—, las pruebas caseras acompañaron los sentidos, y el coste por litro cerró el círculo: eficiente sin complicarse. Para aguas muy duras o si buscas control total, valora RO. Lo importante es que ajustes la frecuencia de cambio a tu consumo real y lleves un mínimo de registro. Con eso, el sistema se vuelve casi invisible… salvo cuando notas que todo sabe mejor.

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